Hay personas que andan siempre buscando "signos" del cielo o no sé de dónde, para asegurarse de que lo que hacen, el camino que han elegido o la decisión que deben tomar es la correcta...
Esto en sí, como casi todo, no es ni bueno ni malo... El problema está cuando esa búsqueda de señales, responde a una excusa inconsciente para no comprometerse.
Hoy Jesús critica a sus contemporáneos por esa búsqueda casi obsesiva de signos. Aunque, lo que realmente critica, es la incapacidad de aquellos que lo buscan, que se apiñan a su alrededor, de descubrir y leer los signos que tienen ante sus ojos...
Jesús es la gran prueba del amor de Dios. Y lo tienen ante sus ojos. Un Dios que ha querido ponerse a nuestra altura, caminar a nuestro lado, hablar nuestro lenguaje para ser comprendido, y que ha demostrado amar a la humanidad hasta el punto de dejarse matar, antes que responder al mal con mal, a la violencia con violencia... Un Dios que nos ama siempre, hagamos lo que hagamos...
Deja de buscar signos extraordinarios. La vida está llena de señales para quienes tienen los ojos abiertos, el corazon bien dispuesto... Mira esas señales, que hablan a través de la paz, la alegría, el equilibrio que experimentas en tu interior, y síguelas sin desviarte... No sea que, al estar siempre buscando, estés perdiendo pequeñas, incluso, grandes oportunidades que te está brindando la vida...
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