Uno de los dilemas más debatidos es: qué tiene prioridad, lo legal o la fidelidad a los principios... Y, en caso de conflicto, qué debe prevalecer...?
Es todo lo legal, justo? Lo que establece una mayoría y, por tanto, se plasma en una ley, le da carácter de verdad? Hay principios que no son "opinables" y que deberíamos aprender a respetar? El debate está abierto...
No pretendo negar que vivimos en un estado de derecho y que las leyes están para cumplirlas; si no, todo sería un caos. Quiero situar el debate más al fondo. La importancia de que las leyes se ajusten a los principios, y que los mandatos de las "mayorías" no den cobertura legal a comportamientos y decisiones injustas e inmorales; entendiendo por "inmorales" no posturas fundamentalistas, sino conductas y decisiones que no respetan la dignidad de las personas.
Hoy el evangelio nos ayuda a reflexionar sobre esto.
Unos fariseos se acercan a Jesús para ponerlo en aprietos. No buscan la verdad, solo ponerlo a prueba. Le preguntan si es lícito que un hombre despida a su mujer. Hacerlo es dejarla en la total indefensión.
Si nos fijamos atentamente en la pregunta, lo que realmente quieren saber es si es "legal". En el fondo lo que quieren es justificar una práctica que, entonces, era habitual, aunque no todos estaban de acuerdo.
Jesús sitúa el debate a otro nivel. No entra en un tema jurídico, sino que se remite a las intenciones originarias del Creador. No habla sin más del Dios de los judíos, sino que nos pone ante un proyecto originario que nos muestra cómo deberían ser las cosas para que sean fieles a su verdad más profunda.
Hay cosas que deben ser de una manera determinada, hay principios que debemos respetar. Por mucho que la mayoría decrete que el día es noche, seguirá siendo de día. Por mucho que se dé cobertura legal a los crímenes de estado, a la pena de muerte y a tantas formas de eliminar seres humanos, sigue siendo inmoral.
Tenemos que respetar la ley... Sin duda! Pero tenemos que luchar para que nuestras leyes sean realmente justas y no violen principios y derechos que no pueden estar a merced de la mayoría.
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