lunes, 28 de mayo de 2018

¿"Ser o tener" o "Ser para tener"? (Mc 10, 17-27)

“Ser o tener”. Es una de las disyuntivas más conocidas. Pero, ¿por qué se presenta como algo antagónico?
En primer lugar, es importante señalar que tener no es algo negativo. Lo que está en juego es sobre qué construimos nuestra identidad más profunda, nuestro valor como personas, ¿a partir de lo que somos o a partir de lo que tenemos? Y, sin duda, muchas veces se nos hace creer que valemos de acuerdo a lo que tenemos y, de hecho, solemos ser considerados “importantes” de acuerdo a lo que aparentamos. Es en este sentido donde se nos previene de este engaño. No, la persona, yo, soy más de lo que tengo; no se “mide” mi valor por mi cuenta corriente, mis títulos, mis… Y cuando se descubre esto, se produce una profunda liberación interior y es entonces cuando empezamos a trabajar no solo por tener, sino, sobre todo, por ser… Por ser yo mismo, por vivir de acuerdo a mis valores, a mis creencias, sin necesidad de aparentar ni de ponerme tacones o maquillaje. Por eso, más que contraponer “ser o tener”, se trata de priorizar el ser al tener. Solo desde el ser, el tener alcanza su verdadero sentido.
Hoy el evangelio nos propone otra disyuntiva: tener o dar. Jesús es abordado por un joven que tenía muchas riquezas… pero que siente que le falta algo más… Todo su ser se ha elaborado desde ahí, desde lo que posee, desde lo que hace, desde lo que ha conseguido… Pero eso no llena su vacío interior, pues nuestras búsquedas de sentido no se sacian con lo que hacemos o acumulamos. Y para responder a esa búsqueda, Jesús le propone algo que lo descoloca totalmente: “anda, vende lo que tienes, y dalo a los pobres”.
San Francisco de Asís se tomó muy en serio esa invitación y, efectivamente, lo dejó todo. ¿Y nosotros? No todos estamos llamados a vivir con esa radicalidad. ¿Entonces? Lo que Jesús nos quiere ayudar a descubrir es que hay más felicidad en dar que en recibir, que estamos hechos para compartir, no para acumular. Es decir, no estamos ante todo o nada, tener o no tener. Estamos ante el sentido del tener, de modo que no caigamos en la perniciosa dinámica del acumular sino en la gozosa experiencia de compartir, de dar, de entregarnos…