sábado, 18 de junio de 2011

Fiesta de la Santísima Trinidad

Este domingo celebramos la Fiesta de la Santísima Trinidad, una de las realidades más hermosas que nos ha dado a conocer Jesús… Sin embargo, si a ti te preguntaran, ¿qué es eso de la Trinidad?… ¿qué responderías…?
Lamentablemente para muchos cristianos, la Trinidad se asocia a un problema de álgebra o sencillamente a una especie de axioma que sólo se puede aceptar, aunque no se entienda… Eso de que tres son uno o de que uno son tres sencillamente nos deja perplejos y hemos optado por prescindir del tema… Y todo sencillamente porque no siempre se ha conseguido explicarnos qué hay detrás de esa presentación de Dios como Uno y Trino…
Hace ya algunos años -¡más de 10!-, cayó en mis manos un libro de Leonardo Boff: “La Santísima Trinidad, la mejor comunidad”. Reconozco que su lectura marcó mi modo de entender y de vivir mi fe… pues, definitivamente, según entendamos las cosas, así las vivimos.
Os compartiré sencillamente aquellos “hallazgos” que hice y que habitan en mí como en un pozo.
En resumidas cuentas venía a decir que, según fuera nuestra imagen de Dios, así sería no sólo nuestra práctica religiosa sino nuestra convivencia civil… Y, esto, porque al ser imágenes de Dios, en nuestra vida reproduciríamos aquella imagen que tuviéramos interiorizada… Me explico…
Aquellas personas –o sociedades– que tengan la idea de que Dios es alguien solitario, que vive en las alturas, lejos de nosotros, sus criaturas, justificará un modo de ser individualista y descomprometido… Quien, en cambio, haya descubierto que Dios es familia, es comunidad (y eso es la Santísima Trinidad), adoptará un modelo que propicie la convivencia, la pluralidad, la participación…
Cuando decimos que Dios es Uno y Trino, lo que estamos diciendo es que el ideal de convivencia, el modelo de persona, es aquella en la que se acepta como bueno la diversidad… En el mismo seno de Dios habita la diversidad… por eso son tres, y tres diferentes… Y, al mismo tiempo, la diversidad no tiene por qué ser fuente de conflicto ni de competitividad, sino de enriquecimiento mutuo… La Trinidad nos dice que el ideal es la unidad en la diversidad… El modelo no es la uniformidad ni el individualismo anárquico… ¡No! El modelo es aquel en el que todos podamos ser nosotros mismos, con lo que tenemos de únicos e irrepetibles y, al mismo tiempo, es precisamente esa diversidad la que se convierte en fuente de enriquecimiento mutuo… Por eso Pablo utiliza la imagen del cuerpo, formado por muchos miembros diversos y, sin embargo, uno… O podemos utilizar la imagen de la orquesta, donde es posible interpretar una hermosa sinfonía porque hay instrumentos diversos que tocan en perfecta armonía…
Por eso, celebrar esta fiesta es celebrar la grandiosa creatividad de Dios que nos hace diversos, distintos, únicos, pero que nos invita a formar una única familia humana, donde todos pongamos en común lo que somos y tenemos… 
En estos momentos históricos, donde la interculturalidad es una realidad, seamos nosotros, los cristianos, artífices de unión y de convivencia fraterna entre todos los pueblos, personas y culturas…

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