El Adviento, en cada una de las lecturas del domingo, nos propone un itinerario de fe que nos ayuda a prepararnos para celebrar la Navidad, para acoger con plena conciencia lo que ha supuesto para la humanidad la encarnación del Hijo de Dios.
El primer domingo se nos invitaba a estar en vela, a estar despiertos… El segundo domingo, se nos insistía en que el Señor está cerca… Y, sí, por eso hay que estar despiertos, para darnos cuenta de su presencia cercana que nos acompaña a lo largo de nuestro camino, en nuestra vida, en nuestra historia… En este tercer domingo, en cambio, se nos plantea una pregunta: "¿Eres Tú el que ha de venir o tenemos que esperar a otro?" (Mt 11,2-11)… Y no creáis que ésta es una pregunta retórica, no… La pregunta afecta al núcleo de nuestra fe: ¿Creemos de verdad que en Jesús encontramos todo lo que buscamos…? Y, a juzgar por la actitud de muchas personas, incluidas cristianas, daría la impresión de que seguimos buscando algo o alguien que dé sentido a nuestras vidas o que responda mejor a nuestras expectativas… Por eso, ¿qué responderías Tú?
Esta pregunta fue formulada por Juan el Bautista mientras estaba en prisión… Él había anunciado la pronta llegada del Mesías, incluso había reconocido en Jesús a aquel que anunciaba… Entonces, ¿por qué ese desconcierto? Pues porque Juan se había imaginado un Mesías justiciero, que castigaría a los pecadores y Jesús presenta el rostro de un Dios cercano, misericordioso, que busca a los pecadores, que rehabilita a los que todos dan por perdidos…
El Tiempo de Adviento nos pone delante de esta cuestión de fondo… ¿Creemos nosotros en ese Dios todo bondad y misericordia? ¿Nos comportamos con los demás como seguidores de Jesús, practicando la bondad y la misericordia? Y el modo de hacerlo se nos presenta con claridad en el evangelio… Somos testigos de este Dios bondadoso si con nuestras acciones ayudamos a que los ciegos vean, y los que sufren de parálisis, anden; si los leprosos, los estigmatizados, quedan limpios, y si los sordos oyen; si los que están muertos resucitan, y si a los pobres se les anuncia el Evangelio…
El nacimiento de Jesús es una buena noticia para todos, pero es una noticia que necesita ser anunciada… Que este Tiempo de Adviento sea la oportunidad de manifestar nuestra fe con obras y sea una ayuda para que muchos vivan el verdadero sentido de la Navidad…
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