Iniciamos el comentario a la tercera sección de la primera parte del evangelio según san Mateo.
Os recuerdo que este evangelio está organizado del siguiente modo (sigo la propuesta de Antonio Rodríguez Carmona en su comentario a la nueva Biblia de Jerusalén):
Prólogo Teológico: Nacimiento e infancia de Jesús el Cristo (1,1-2,23).
I Parte: Jesús rechazado por la mayoría y aceptado por sus discípulos.
- Sección 1: Jesús es el Mesías (3,1-11,1).
- Sección 2: Jesús; Mesías rechazado por el pueblo judío (11,2-13,58).
- Sección 3: Jesús reconocido como Mesías por sus discípulos (14,1-16,20).
II Parte: Nacimiento de la Iglesia, verdadero Israel, por la muerte y resurrección de Jesús.
- Sección 1: Jesús sube a Jerusalén e instruye a su Iglesia (16,21-20,15).
- Sección 2: Actividad mesiánica en Jerusalén (21,1-25,46).
- Sección 3: Pasión, muerte y resurrección (26,1-28,15).
Conclusión (28,16-20).
Esta sección se caracteriza fundamentalmente por dos temas: Jesús se retira ante el rechazo de sus adversarios y se dedica a instruir a sus discípulos. Por tanto, no estamos ante una huida frente a la dificultad, sino ante una "estrategia"... No es que Jesús abandone las multitudes por huir del peligro, de hecho continúa actuando a favor de la gente que lo busca y lo necesita, sino que se concentra de manera más particular en la formación del pequeño grupo de discípulos que se muestran abiertos a sus enseñanzas y que luego serán los continuadores de su misión.
Todo comienza con la presentación del martirio de Juan el Bautista. El relato es espeluznante... Impresiona lo absurdo de los acontecimientos... Herodes mandará asesinar a Juan por una promesa tonta, hecha en un momento de "euforia"… Su mujer Herodías se aprovechará de la situación e instigará a su hija para que pida la cabeza de Juan… No hay más razones… ¡Cuántas ejecuciones han sido realizadas por capricho, por intrigas, aprovechándose de las circunstancias…! Juan es sencillamente uno más de la lista de quienes han sido eliminados por denunciar las injusticias…
Pero hay algo más. El evangelio según san Mateo ha puesto varias veces a Jesús en relación con Juan... Jesús ha iniciado su vida pública al enterarse de que Juan ha sido apresado (4,12); ha respondido a las dudas de Juan y lo ha ensalzado frente a la gente (11,2) y, ahora, cuando se entere de su muerte, se retirará a un lugar solitario (14,13)... Es como si Jesús interpretara lo que le va aconteciendo a Juan como "señales"... Primero fue una invitación a dirigirse a las multitudes y, ahora, una llamada a concentrarse en sus discípulos, pues con el martirio del Bautista no se nos presenta tan solo un episodio de la vida de este profeta, sino que es una prefiguración del destino que también espera a Jesús...
Ante la dificultad, Jesús no huye (tampoco huyamos nosotros), sino que vela por la continuidad de su obra preparando al grupo de seguidores que deberán continuar su misión... Por eso, a partir de ahora asistiremos a una serie de instrucciones dirigidas de manera particular a sus colaboradores más cercanos y, por qué no, también a nosotros... Sólo esto es ya una enseñanza... Dediquemos también nuestro tiempo a iniciar a otros en el seguimiento de Jesús...
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