sábado, 19 de febrero de 2011

Resumen de la misión de Jesús (Mt 4, 23-25)

El c. 4 del evangelio según san Mateo termina con lo que se conoce como “sumario”, que viene a ser un resumen de aspectos importantes de lo que se está narrando. En este caso, se nos presenta un resumen de lo que se expondrá a continuación: la misión de Jesús.
En esa apretada síntesis, Mateo nos dice que Jesús “enseñaba en sus sinagogas, proclamaba la Buena Noticia y sanaba todo tipo de enfermedad y dolencia”… Qué manera más breve, hermosa y profunda de presentar a Jesús…
El núcleo de la actividad de Jesús, aquello a lo que dedica todo su tiempo y energías es a proclamar la Buena Noticia, a gritar a los cuatro vientos, a todo aquel que lo quiera oír, que Dios está cerca y que nos ama… Y es ésta proclamación la que hace extensiva en la sinagoga… Jesús acude al lugar de reunión de los judíos, comparte con ellos la palabra (como buen judío) y le da su verdadero sentido, precisamente iluminando esa palabra con el contenido de su proclamación… Y, al mismo tiempo, Jesús cura... Jesús tiene poder sobre el mal, sobre todo aquello que oprime a las personas… y lo que conocemos como sus “milagros” son manifestaciones de que lo que dice es verdad, que ese poder está actuando porque Dios está cerca y quiere al hombre sano, por dentro y por fuera…
Como sabéis, Mateo escribe fundamentalmente para cristianos provenientes del judaísmo. Al poner el acento en ese Jesús que enseña y cura, es un modo de decir que Jesús es el verdadero Maestro de la Ley y el auténtico Liberador del hombre; es decir, es el nuevo Moisés, con todo lo que esto representa. Por eso, a continuación, la estructura de su evangelio responderá a esta presentación inicial: Los capítulos 5-7 nos presentarán a Jesús Maestro, exponiendo su Sermón del Monte, y los capítulos 8-9 nos presentarán a Jesús Sanador, haciendo una recopilación de una serie de milagros…
Mateo insiste, además, en la repercusión de la actividad de Jesús… Si bien él centra su actuación en Galilea, su fama traspasa las fronteras incluso de Palestina… ¡Tiene un alcance universal…!
Un último elemento que va a poner de manifiesto es que a Jesús lo acompañará siempre un grupo de discípulos y una muchedumbre… Los discípulos representan un grupo más pequeño de personas que le están cerca y lo acompañan de manera continuada; en cambio l “gente” representa a un gran número de personas que se le acercan de manera más esporádica y, en cierto modo, por interés… Buscan a Jesús para que les resuelva sus problemas y están con Él mientras responde a sus expectativas… Esto me lleva a plantearnos una pregunta… Y, nosotros, ¿a qué grupo pertenecemos…? ¿Somos de aquel grupo que lo acompaña, lo escucha, lo sigue, con el deseo de vivir con él y como Él? ¿O somos de aquellos que estamos con Él mientras responda a nuestras expectativas…?

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