miércoles, 9 de febrero de 2011

¿Tú sabes amar?

Yo estoy aprendiendo…
Estoy aprendiendo a aceptar a las personas aun cuando éstas me decepcionen.
Cuando huyen del ideal que tengo para ellas.
Cuando me hieren con palabras
o acciones impensadas.
Es difícil aceptar a las personas como son
y no como yo deseo que sean.
Es difícil, muy difícil, pero estoy aprendiendo...
Estoy aprendiendo a amar,
estoy aprendiendo a escuchar,
escuchar con los ojos y oídos, escuchar con el alma.
Escuchar lo que dice el corazón,
lo que dicen los hombros caídos,
los ojos, las manos inquietas.
Escuchar el mensaje que se esconde
entre las palabras superficiales
Descubrir la angustia disfrazada,
la inseguridad enmascarada,
la soledad encubierta.
Penetrar la sonrisa fingida,
la alegría simulada,
la vanagloria exagerada.
Descubrir el dolor de cada corazón.
Poco a poco, estoy aprendiendo a amar.
Estoy aprendiendo a perdonar.
Porque el amor perdona,
lanza fuera las tristezas,
y cura las cicatrices que la incomprensión
y la insensibilidad grabaron en el corazón herido.
El amor no alimenta heridas con pensamientos dolorosos,
no cultiva ofensas con lástimas y autocompasión.
El amor perdona, olvida,
extingue todos los trazos de dolor en el corazón.
Paso a paso, estoy aprendiendo a perdonar, a amar,
estoy aprendiendo a descubrir el valor
que se encuentra dentro de cada vida,
de todas las vidas.
Estoy aprendiendo a ver en las personas
su alma y las posibilidades que Dios les da.
Estoy aprendiendo pero,
¡qué lento es el aprendizaje!
¡Qué difícil es amar incondicionalmente!
Todavía tropezando,
cometiendo errores,
estoy aprendiendo…
Y NO OLVIDES:
SE APRENDE AMAR EN LOS MILES DE DETALLES DE CADA DÍA
¡SÉ FELIZ!
¡SONRÍELE A LA VIDA!

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