jueves, 25 de agosto de 2016

Vivamos despiertos... (Mt 24, 42-51)

Cuántas cosas suceden en la vida y nos las perdemos por no estar atentos, por no estar despiertos... Vivimos de prisa, corriendo... sin mirar, sin disfrutar de las pequeñas cosas que se nos ofrecen en el camino y que, además, son gratis...
Seguramente habéis escuchado aquella sabia frase: vivimos como si no fuéramos a morir, y morimos sin haber vivido... Sí, vivimos sin darnos cuenta de que estamos de paso y que estamos aquí para dejar este mundo mejor de lo que nos encontramos... Y estamos preocupados y afamados por tantas cosas que, como dice aquella vieja canción, "me olvidé de vivir..."
En el evangelio de hoy, Jesús nos invita a estar despiertos, a vivir atentos, a estar preparados, alerta... Muchos, ante esta llamada, sienten miedo... Incluso hay quien ha utilizado este texto como una advertencia ante lo terrible que nos puede llegar a pasar... Y entienden ese no saber el día ni la hora, como el momento de nuestra muerte... Sin embargo, esta es una lectura muy pobre del texto... Jesús no hace una llamada a vivir con miedo, es lo más contrario a su modo de entender a Dios y de entender la vida... 
Jesús quiere ampliar nuestro nivel de consciencia. Por eso, la llamada es a darnos cuenta de que Dios está continuamente pasando... Se nos hace presente a través de pequeños detalles, gestos, personas... Por eso necesitamos tener los ojos abiertos, los oídos atentos y, sobre todo, el corazón bien dispuesto...
Así mismo, es una llamada a vivir la vida responsablemente... Somos administradores de los bienes de la creación y somos responsables los unos de los otros... Tenemos que cuidar nuestro mundo y establecer relaciones de hermandad... Todos somos fundamentalmente iguales y no podemos aprovecharnos de posiciones de poder para abusar de los demás... A mayor capacidad de influir, mayor responsabilidad...
Vivamos con esta consciencia... Descubramos los múltiples detalles de amor que rodean nuestra existencia, y seamos también nosotros el paso de Dios en la vida de quienes se crucen por nuestro camino.

No hay comentarios: