Continuamos el comentario al Sermón del Monte del evangelio de Mateo (cap. 5-7), que empezamos el 9 de junio, después de habernos detenido ampliamente en la oración del Padrenuestro.
En la sección que va de Mt
Jesús dice: “Atesora tesoros en el cielo donde no hay polilla ni las cosas se oxidan o se estropean, donde nadie te las puede robar”.
Por tanto, eso del ahorro está muy bien, pero no al modo de los paganos, que cuando piensan en ahorrar sólo piensan en cuentas corrientes, en depósitos a plazo fijo, en la Bolsa o en inversiones…
El ahorro responde al instinto de seguridad que tenemos todos… Ahorramos pensando en el futuro, para que no nos falte nada… Y sí, hay que ser precavidos... Pero Jesús nos dice que no vivamos como los paganos que al pensar en el futuro sólo piensan en este mundo… O que piensan que la seguridad la proporciona el dinero, los bienes… cuando la verdadera seguridad la proporciona el saber que nuestra vida está en manos de Dios...
Y termina diciendo: "Porque donde está tu tesoro, allí está tu corazón..."
Que nuestro corazón no esté agarrado por las subidas o bajadas de la bolsa... Que nuestro corazón esté centrado en el Padre y en hacer su voluntad... ¡Eso sí que da seguridad!
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