Hoy os propongo que hagáis una lectura reposada de este texto que aparece tanto en el evangelio de Mateo (6,25-34) como en el de Lucas (12,22-31). Generalmente viene titulado como “Abandono en la Providencia”.
Jesús empieza diciendo: “Por eso, no andéis preocupados por vuestra vida…”. Es decir, va a explicar porqué no tenemos que andar obsesionados por nuestros ahorros o dedicar toda nuestra existencia a la consecución del bienestar material…
Jesús nos invita a abrir los ojos y a mirar lo que nos rodea… La belleza de las flores, cuyo traje no ha sido comprado en El Corte Inglés, sino tejido por el Padre; la tranquilidad con que viven los animales, que no tienen que ir al supermercado o tener grandes congeladores, sino que son alimentados diariamente por el Padre…
Obviamente ésta no es una llamada a la vagancia, la imprevisión o la irresponsabilidad… La confianza en la providencia no es la confianza en que todo se resolverá “solo”… La confianza en la Providencia es la invitación, una vez más, a ordenar mis prioridades… Yo necesito comer, pero no puedo vivir sólo para comer; yo necesito vestir, pero no puedo estar obsesionado por lo que me voy a poner… Más aún, Jesús dice que ése es el modo en que viven los paganos, cuyo único horizonte es esta vida… Nosotros, en cambio, somos invitados a vivir con la mirada puesta en el Padre que cada mañana nos proporciona la fuerza necesaria para trabajar, para vivir, para agradecer… Se nos invita a vivir la vida con la confianza de saber que el Padre sabe de qué tenemos necesidad, de modo que no vivamos afanados sólo por resolver nuestros problemas sino afanados en las cosas del Padre… Por eso nos dice: Buscad primero las cosas de Dios, construir un mundo como Dios quiere…, si vivís así, todo lo demás se os irá dando por añadidura…
¡Establece bien tus prioridades! Vive la vida teniendo a Dios en el centro, viviendo desde la confianza, desde la generosidad, desde la entrega… Y el Padre te dará lo que más necesitas: la experiencia de su amor incondicional, la experiencia de sentirte su hijo y hermano de todos.
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