lunes, 11 de agosto de 2008

Orar con el Padrenuestro (1): "Padre"

Padre, hoy quiero invocarte no sólo con los labios sino con el corazón,
y al nombrarte, estremecerme al sentir que soy tu hijo/a.
Quiero amarte como hijo con todo mi corazón,
con todo mi ser, con todas mis fuerzas.
Deseo vivir con conciencia el milagro de ser hijo tuyo
y agradecerte el regalo de haber recibido tu misma vida en mí.

Padre, enséñame a comportarme como hijo tuyo,
a compartir tus deseos, tus afanes, tus intereses,
a sentirme miembro de tu familia.
Quiero aprender a participar de esa intimidad que me ofreces
y a la que me llamas suave pero insistentemente.

Padre, enséñame a dialogar contigo, a orar,
a escuchar todo aquello que deseas comunicarme
en el fondo de mi alma
y a decirte confiadamente: Me abandono en tus manos.

Inspirado en un escrito del P. Jorge de la Cueva, SJ, publicado en Magnificat del mes de agosto 2008, pp. 26-31.

No hay comentarios: