El Sínodo ha sido preparado en la Iglesia universal, con la participación activa de todo el Pueblo de Dios, laicos, religiosos, religiosas, sacerdotes y obispos de todo el mundo, los cuales han trabajado el documento de los Lineamenta, y han respondido a los cuestionarios abiertos en el mismo acerca de la Palabra de Dios. De este modo, hemos tenido oportunidad de participar abiertamente en la reflexión sobre la experiencia actual de la Iglesia respecto a la Palabra de Dios, considerada en el Concilio Vaticano II como pan de vida que junto con la Eucaristía se venera y distribuye para alimentar y fortalecer la vida y la misión de los fieles en la Iglesia. La participación ha sido grande y diligente de parte de las Iglesias particulares en todos los continentes. Las observaciones de parte de Obispos, sacerdotes, personas consagradas, teólogos y fieles laicos de todo el mundo ha sido recogidas y elaboradas en las Conferencias Episcopales y en los Dicasterios de la Curia Romana y han sido oportunamente sintetizadas en el Instrumentum Laboris, que sirve de base a la Asamblea Sinodal.
La participación de un rabino, del patriarca de Constantinopla y de un número récord de mujeres, así como la introducción de más momentos para intervenciones libres, constituyen algunas de las novedades de este Sínodo. Hoy, primer día de trabajo de la asamblea intervendrá el rabino jefe de Haifa (Israel), Shear Yashyv Cohen, quien presentará a los padres sinodales cómo el pueblo judío lee e interpreta la Sagrada Escritura. Tras el rabino tomará la palabra el cardenal Albert Vanhoye, S.I., rector emérito del Pontificio Instituto Bíblico de Roma, quien recordará elementos centrales del documento El pueblo judío y sus Escrituras Sagradas en la Biblia cristiana. También intervendrá el patriarca de Constantinopla, Bartolomé I, cuyo papel simbólico es reconocido por las Iglesias ortodoxas. Es de destacar la participación femenina extraordinaria: 25 mujeres, 6 como expertas y 19 como auditoras. Entre los expertos españoles participan Jorge Fernández Sangrador, Nuria Calduch, Salvador Pie.
Auguramos lo mejor para esta gran Asamblea de la Iglesia y esperamos que la humanidad pueda recibir el impulso transformador del Evangelio, que anuncia a Jesucristo como la Palabra de Dios que sigue iluminando nuestro mundo, que fecunda las culturas de la tierra y cambia el corazón de los seres humanos, dando vida y esperanza en medio de tanto sufrimiento.
Tomado de un artículo escrito por José Cervantes Gabarrón, sacerdote misionero y profesor de Sagrada Escritura, y publicado en el Diario de Murcia.
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