Mateo enmarca la segunda multiplicación de los panes en el siguiente contexto: Jesús está rodeado de gente que ha venido a su encuentro trayéndole cojos, lisiados, ciegos, mudos… Lo ponen a los pies del Maestro y Él los cura… Escena llena de ternura… Y estas curaciones, dan el fruto esperado: la gente queda curada y alaban a Dios… He aquí la intervención integral de Jesús, que cura el cuerpo y el alma… Y he aquí la verdadera reacción que el Señor espera de nosotros, no quedarnos en el hecho "milagroso", sino darle gracias… Éste es el ciclo de la experiencia religiosa… Presentar al Señor nuestras necesidades, acercarnos a Él, ponernos a sus pies, percibir su acción amorosa en nosotros y darle gracias…
Es en este contexto en el que Jesús dice: "Siento compasión de esta gente, porque hace ya tres días que permanecen conmigo y no tienen qué comer"… La frase no tiene desperdicio… Una vez más contemplamos el corazón compasivo de Jesús… Jesús no está centrado en sí mismo, en su éxito… En quienes lo siguen no ve "fans" que lo endiosan… Él ve personas necesitadas y esto lo conmueve… Realmente Jesús no puede ver necesidades y no hacer nada… Pero, al parecer, no sólo le conmueve el ver que aquellas personas no tienen qué comer, sino el constatar que han permanecido con él tres días, a pesar de no tener comida… Es decir, son personas que le son fieles, no gente que está "de paso", mientras le solucionan sus problemas…
Esta segunda multiplicación de los panes es similar a la primera (14, 13-21). Muchos comentaristas coinciden en que probablemente sólo hubo una multiplicación. Sin embargo, ésta no es una mera "duplicación" de un suceso, sino que quiere poner de manifiesto, una vez más, que el Señor no sólo se dirigió al pueblo judío (primera multiplicación) sino que su acción también llegó hasta los considerados "paganos". Así, la primera multiplicación estaría en un contexto judío y, la segunda, en un contexto pagano… Esto se ve con claridad por los símbolos que utiliza el evangelista.
La situación es similar. La gente no tiene qué comer. Los discípulos manifiestan la imposibilidad de dar de comer a tanta gente. Jesús les pide que pongan en sus manos lo que tienen. Ellos aportan siete panes y unos pocos peces. Jesús da gracias, lo da a sus discípulos y estos, a la gente. Al final, todos quedan saciados e incluso de las sobras se recogen 7 espuertas…
Si os acordáis, en la primera multiplicación se hablaba de 5 panes y 12 canastos… El 5 y el 12 son números con gran simbolismo para los judíos (5 libros del Pentateuco, 12 tribus de Israel), mientras que el 7 es un número que expresa universalidad…
Hay otros dos pequeños detalles. En esta segunda multiplicación, Mateo habla de "espuertas", termino griego equivalente a los "cestos" de la primera multiplicación. Y utiliza el verbo "dar gracias" (griego), en lugar de "bendecir" (judío).
Por tanto, el mensaje es sencillo: el pan que Jesús ofrece (prefiguración de la Eucaristía), está destinado a saciar el "hambre" no sólo de los judíos, sino de todo el mundo… Por eso se dio de comer a 4.000 personas, pues el cuatro alude a los cuatro puntos cardinales…
Que el Señor nos regale un corazón universal y un gran espíritu misionero para no sólo solucionar el hambre de pan y cultura de tanta gente, sino para ofrecerles el alimento espiritual del evangelio…
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