sábado, 29 de octubre de 2016

Todos tenemos un lugar en el coro. (Lc 14, 1.7-11)

La teoría de los sistemas nos ha ayudado a pensar la realidad de un modo más global. Un sistema está formado por un conjunto de elementos interrelacionados entre sí. Cuando está sano, sus elementos conviven de manera armónica… Cada uno ocupa su lugar y aporta lo mejor de sí mismo… Esto, que parece tan simple, en la convivencia humana no lo es tanto…
Hoy el evangelio nos habla precisamente del puesto que nos corresponde ocupar a cada uno. El contexto: Jesús observa que hay personas que siempre quieren ocupar los  primeros puestos; es decir, destacar sobre los demás, ser relevantes, tenidos en cuenta… Entonces, cuenta una parábola: “Cuando te conviden a una boda, no te sientes en el puesto principal, no sea que hayan convidado a otro de más categoría que tú; y vendrá el que os convidó a ti y al otro, y te dirá: Cédele el puesto a éste. Entonces, avergonzado, irás a ocupar el último puesto. Al revés, cuando te conviden, vete a sentarte en el último puesto, para que, cuando venga el que te convidó, te diga: Amigo, sube más arriba. Entonces quedarás muy bien ante todos los comensales.”
La sociedad actual –incluidas nuestras propias familias y las personas que nos quieren– nos presiona para ser siempre los primeros… Y, claro, eso es imposible, por la sencilla razón de que solo uno puede serlo… Y, los demás, ¿somos unos fracasados? ¡Pues no…! Lo verdaderamente importante es ocupar nuestro lugar…, aquel en el que aportemos lo mejor, en el que nos sintamos nosotros mismos, sin querer emular a nadie, sin envidiar al solista del coro… En la coral hace falta sopranos, tenores, bajos, contra altos… Todo es importante, todo es necesario, todo aporta al conjunto de la vida, al bienestar de nuestros semejantes… Puede que no estemos en el lugar que siempre habíamos soñado, pero estamos en lugar que probablemente es necesario… ¡Todo ocurre por algo…! Todo, absolutamente todo, tiene un lugar en el plan de Dios… Y, todos podemos florecer allí donde hemos sido sembrados…

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