He recibido por email el siguiente escrito, dirigido a tod@s vosotr@s:
"Dios me libró de mis ansias"
Es un grito de esperanza del que se asfixia con sus propias miserias, sus miedos, rencores... Es la expresión más viva, más sanadora, más liberadora que podemos gritar porque, ¡es posible!, podemos experimentar esta resurrección, este nuevo nacimiento. Pero es tan difícil... nuestro egoísmo, nuestro orgullo, nuestro protagonismo nos impide ser humildes y dejar actuar al Padre, darle la oportunidad de revelarse en nosotros, vaciarnos para que quede su esencia en nosotros, para ser transparentes y que aflore su presencia en nosotros.
Cuando llegue ese día, gritaré ¡Dios, el Padre, me libró de mis ansias! Que así sea.
Os animo a enviar vuestras colaboraciones para poder ser publicadas y enviarlas a yehosuah@gmail.com.
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